miércoles, 21 de abril de 2010

Sobre lo que se aprende en el colegio, hoy.

Estoy que trino. De verdad, ando todo el día enfurruñada, atenta a cualquier información sobre la noticia que me irrita, para leerla ávida y veloz y así tener más motivos para cabrearme. Y espero a que cualquiera me haga el mínimo comentario sobre el tema para saltar, como una alarma de incendios, alto y claro, y también cargante sobre el que haya osado despertar a la bestia.

La noticia en cuestión es la de la niña del instituto de Pozuelo que decidió empezar a llevar el hiyab y fue apartada por eso. Ahora parece que se despierta el debate sobre si habría que legislar al respecto del pañuelo islámico en los institutos públicos. Sinceramente, no me parece que sea ese exactamente el debate que se nos plantea, sino otro de mucho más calado en nuestra sociedad.

Algunos contertulios han comparado en intervenciones bastante desafortunadas el ir un colegio con ir a una discoteca o cualquier otro lugar con su "derecho de admisión" legítimo. Me parece, para empezar, una barbaridad que alguien haya podido concebir esta comparación, amparándose en aquello de "si no te gusta, vete a otro". No, señores. Estamos hablando de educación, que, por si a alguien se le olvida, es un derecho fundamental de cualquier ciudadano, no es como ir a una discoteca o a una piscina.

Como decía, me parece que el debate debería centrarse más en delimitar hasta dónde tienen derecho los centros educativos de establecer sus normas. Sobretodo, cuando son normas que, por mucho que existieran antes de que se planteara esta situación, que todavía podemos hacernos los despistados y decir que es "nueva", vulneran los derechos fundamentales de los alumnos, o incluso son anticonstitucionales.

Sí, anticonstitucionales, sí. Porque aunque la verdad es que la Constitución española la tengo un poco olvidada, algo me suena del derecho a la igualdad, a la libertad religiosa y a no ser discriminado no?

No puedo soportar el argumento de "es que es una norma del centro"... ¡pues cámbienla!! Las normas absurdas y obsoletas que no se adaptan al ritmo social deben cambiarse, así es como las sociedades evolucionan.

Sigo sin entender a quién molesta que la chica, que ha decidido por voluntad propia cubrirse la cabeza, lo haga. Y no entiendo que un instituto que le niega el derecho a asistir a clase por ello cuente con el respaldo de la presidenta de la comunidad, esa misma a la que se le llena la boca al hablar de integración.
¿Cómo va a haber integración si nunca terminamos de normalizar la diferencia? En vez de eso, la tendencia es a criminalizarla. Si otros centros actúan igual, dentro de unos años que presumiblemente estos casos se multiplicarán, ¿habrá institutos públicos en los que sólo entren las niñas con la melena al viento, y otros llenos de estudiantes musulmanas porque en ellos sí pueden ejercer su doble derecho a la educación y a la libertad religiosa? ¿Eso es integración?

Luego nos quejamos de lo mal que va la educación. Desde luego este no es su único problema, pero basta ya de presumir de una democracia que en términos educativos no es tal. Se empieza a hablar de democracia una vez están asumidos los derechos humanos. No se vota si se van a respetar los derechos fundamentales de los alumnos o no. Esto debería ser el principio de todo colegio, y me da igual público, privado, concertado o lo que sea. Estamos hablando de la formación de los estudiantes, que, aunque se nos olvide con frecuencia, se supone que son lo importante. Enseñar a los alumnos a ser tolerantes, y a vivir en una convivencia sana y fructífera pasa por crear esa convivencia sana y fructífera en las escuelas, por escuchar a los alumnos y ayudarles en su desarrollo personal y social. Menudo ejemplo de tolerancia estamos dando. Esta niña debería aprender, como todos los demás, a enfrentarse con los problemas que tendrá en el futuro, a tomar decisiones y ser consecuente, y sin embargo, se le crea un problema donde no lo hay y que encima raya el absurdo y el disparate.

Todos los centros deberían partir de un principio de igualdad, de respeto por la cultura y de integración, y a partir de ahí, hacerse sus normas si lo ven oportuno. Pero no se puede "respetar y respaldar" que cada centro aplique sus normas si estas son anticonstitucionales, señora Aguirre. No se le puede negar a esta chica ni a ninguna otra el derecho a la educación y tenerla apartada de sus compañeros por cubrirse el cabello con un pañuelo.

Ya esta bien de normas absurdas y de "si no te gusta vete a otro", ya está bien de que los colegios apliquen estatutos injustos con impunidad.

Mi pregunta es ¿cuál es la lección que sacan tanto ella como el resto de sus compañeros de esta situación? ¿que la discriminación está bien siempre y cuando se haya votado que se puede hacer? ¿que llevar la cabeza cubierta es... un problema?

Y por último, tengo otra pregunta... ¿cuando entre, por lo que sea, una monja en ese instituto, también la obligarán a descubrirse?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un error al plantear el debate. No existe debate sobre permitir el velo o no. Existe debate sobre cumplir las normas o no. En ese centro están prohibidos tanto pañuelos con significados místico-románticos absurdos como gorras con significados incluso aún más absurdos.

¿Aceptaríamos que los alumnos circularan por las clases encapuchados? Las normas y las leyes están vacías de contenidos no racionales. Las leyes no prohíben burkas en Francia. Las leyes allí prohíben cualquier símbolo religioso en el espacio público. Las normas de ese centro, y de muchísimos más, públicos (de todos) prohíben cubrirse la cabeza, no prohíben el velo islámico.

Basta ya de relativismo moral, del todo vale, de la permisividad en la violación de las normas, de darle la vuelta a la tortilla. Tiene derecho a la educación, pero no de cualquier manera. Se han de aceptar y cumplir las normas. Y si no, aceptar las consecuencias.

Nadie discrimina a esa chica por se musulmana ni por llevar el velo. Es expulsada por no cumplir las normas. Como se haría con un judío, con un cristiano o contigo, que no profesas fe alguna, pero que si cubres tu cabeza dentro de ese centro también serás expulsada.

ojos tristes dijo...

Querido anónimo: las normas tienen que adaptarse a la sociedad que debe cumplirlas. Las normas que están obsoletas, se eliminan o cambian.

Esta norma de no cubrirse la cabeza... exáctamente hasta dónde llega? Si yo me pusiera un pañuelo en la cabeza, no al modo islámico si no a la moda occidental, dejando que se me viera un poco el pelo... entonces sí? O una cinta o una braga....

Aún así la comparación me parece digna de ese tipo de ignorante que lo es y quiere seguir siéndolo, con todo mi respeto, he notado algo de peyorativo "pañuelos con significados místico-románticos absurdos"... Te invito a que investiges un poquito sobre el tema del hiyab, igual deja de parecerte místico-romántico y absurdo, que no lo es y te llevas una sorpresa.

Aunque creo que está bastante claro que el hiyab no es comparable a llevar capucha, que es una elección de las mujeres ya sea religioso o cultural de ciertos lugares del mundo, me parece que prohibirlo, o que los padres voten si lo van a respetar o no es una medida que va en la dirección contraria a la deseable en términos de tolerancia y convivencia.

¿Prohibirían a los alumnos llevar una cruz al cuello? No, claro, eso no. Los mismos que defienden que no se pueda llevar el velo son los que defendían hace apenas unos meses que los cricifijos se queden donde están en las paredes, es decir, cruz para todos, velo para nadie.

Lo que yo planteo es una reflexión, nuestra sociedad está cambiando, y normas como éstas son las que pienso que deberían cambiar con ella. Hay mucha ignorancia en torno al tema del hiyab, y quizá si fuéramos un poquito capaces de abrir la mente y tratarlo con normalidad no estaríamos CREANDO problemas donde no los hay. En otros institutos no hay normas que prohíban que las chicas lo lleven, y se ha demostrado que funciona, estas chicas están perfectamente integradas y se sienten agusto en el instituto y fuera de él.
¿No se trata de eso?

Si yo todavía fuera a la escuela, sería para aprender conocimientos y valores, y no para estar fijándome en la imagen o no imagen de los demás, que es lo que parece importante ahora.

Primero, un poco de formación acerca de la imagen, que es una dimensión olvidada en las escuelas. Los chicos y las chicas están contínuamente expuestos a imágenes en su vida diaria y nadie les enseña a interpretarlas, quizá esto sería un primer paso, porque está en relación directa con la trascendencia de las imágenes en este mundo occidental en contraste con el mundo árabe. Si no podemos entender el derecho a la imagen o a la no imagen, no estamos aprendiendo nada.

Estamos muy carentes de una educación en términos de la visión de la mujer, puesto que aquí seguimos creciendo con los viejos estereotipos que siguen vigentes, y cubrirse la cabeza, aunque nos parezca insólito, no hace daño a nadie ni crea ningún trastorno. El trastorno lo creamos nosotros.

¿Es eso lo que deberían promulgar las escuelas? Quizás, se debería tirar por el camino contrario, el constructivo, el de tener un poco de interés por entender al prójimo y respetarlo.

Anónimo dijo...

El respeto al prójimo se construye sobre la base de el respeto por el grupo, por el colectivo. Las normas favorecen ese respeto.

Las normas se tienen que modificar de acuerdo con el desarrollo de la sociedad. Hasta cierto punto. El todo vale nos ha llevado a un punto en el que no hay valor moral válido, tan solo algunos que pueden ser ciertos en algunos casos y otros que no.

Las religiones están cargadas de sentimientos místico-románticos absurdos. Si el hiyab es un producto de la religión, es un elemento cargado de matices místico-románticos absurdos.

Yo no he defendido ni defenderé nunca los crucifijos en los colegios públicos. Porque si son públicos son de todos. Yo he visto cómo en mi instituto, público, de todos, requisaban gorras, normales y corrientes, por incumplir las normas.

La integración no consiste en la conversión (y no, no me refiero a un absurdo miedo por islamización, no se me malinterprete). La integración consiste en que, quien aquí desea integrarse lo haga.

Cristianismo, judaísmo, islamismo, todo aquello que no se base en el desarrollo de la razón debe abandonarse, no puede seguir marcando los designios del ser humano.

¿Cuál sería la discriminación si esta chica pudiese llevar el velo y Pedro no pudiese llevar capucha? El velo adquiriría en el sistema normativo, puramente racional, un papel de superioridad por ser un motivo propio de una religión (sin contenido racional)? ¿Superpondremos lo irracional sobre lo humano otra vez?

¿Volveremos a la edad media?
Recuerda que allí, de todo, menos libertad.

Y un velo cuesta una vida. O una cruz.

Basta ya de involución.

ojos tristes dijo...

Vamos a ver: lo del velo, por mucho que se llame "velo islámico" es una tradición cultural muy anterior al nacimiento del islam, propia de países eminentemente desérticos y que representa un símbolo cultural, una tradición que, repito, no vulnera los derechos de absolutamente nadie, a diferencia de este tipo de normas.

¿Lo que tú dices es que te parece bien que una norma discrimine a colectivos procedentes de otras culturas? Es decir, si una norma dice que no se respeten los derechos de ciertas personas... es una involución cambiarla? ¿Es eso?

Lo que pretendía que quedara claro en esta entrada es que las primeras normas que deben cumplirse son los derechos fundamentales de todos, no sólo los que "a nosotros no nos afectan", sino los de TODOS, que luego vamos de exportadores de democracia y libertad y valores y bla bla bla...
Una vez establecido el derecho a la libertad religiosa, a la imagen, de todos, entonces de ahí en adelante es lícito que se establezcan normas.

"EL todo vale nos ha llevado a un punto en el que no hay valor moral válido"... ¿Qué significa eso y qué tiene que ver exactamente con el derecho a cubrirse la cabeza?
..."tan sólo algunos pueden ser ciertos en algunos casos..." ¿Ahora resulta que los valores morales son ciertos o inciertos?

Las creencias religiosas, en las que yo como sabes no creo, me parece que son defendibles como opción personal, nunca como algo impuesto. Está bien [es lo suyo] que un centro, y sobretodo un centro educativo, no se autodefina de ninguna creencia en particular, pero las personas que van allí a formarse o a formar, están en todo su derecho de tener su propia creencia y no ser discriminadas por ello. ¿De qué sirve el uniforme del mínimo común múltiplo para todos? Así claro que las diferencias se harán problemáticas.

Nadie está hablando de valores morales. Según dices, también te parecería bien que a una enferma de cáncer le obligaran a descubrirse la cabeza? ¿A quién haría daño que no lo hiciera?

En cuanto a la integración... quién dice que las mujeres que llevan el velo están menos integradas? La prueba es los institutos públicos donde sí se les permite, date una vuelta por alguno de ellos, descubrirás que cuando se normaliza la diferencia, la integración está hecha. Integrarse no significa pensar, vestir y actuar igual que nosotros, eso es bastante totalitario, de hecho. La integración es la convivencia sana de personas que visten, piensan y tienen un modo de actuar diferente de forma que se respeten unos a otros.


Sobre "todo lo que no se base en el desarrollo de la razón debe abandonarse"... y "superponer lo irracional a lo humano"... Creo que te equivocas de nuevo. Mira que yo intento ser racionalista, con mis creencias, pero ni todo el mundo es como yo, ni todo el mundo es como tú, y lo irracional también es parte del ser humano, y parte fundamental.

Las creencias de los demás son tan respetables como tus [y mis] lógicos y razonables argumentos.

No sé si te das cuenta, pero estás proponiendo la dictadura de la razón. En los colegios debería enseñarse a la gente a convivir con personas diferentes, con razonamientos diferentes y costumbres diferentes, porque esa es la única forma de aprender a autodefinirse con criterio y formar personas capaces de plantearse y replantearse las cosas sin fanatismos, sin miedos absurdos, sin prejuicios.

Sobre lo de la edad media... bueno, creo que ahí se te ha ido un poco la pinza, "y un velo cuesta una vida. O una cruz?" ¿A qué te refieres?

Anónimo dijo...

No quieres entender.

En lo humano solo hay sitio para la razón. Porque todos tenemos carácter irracional. Pero también los monos. Lo que nos diferencia de ellos es ser racionales.

¿Qué problema tiene la dictadura de la razón? ¿Acaso no ha de regir esta todas las relaciones entre los hombres?

No hablo de integración como aunción de nuestra cultura. Hablo de integración como asunción de nuestras normas.

Las leyes y las normas están muy por encima de la religión. Al Estado, a la Administración no le importa la creencia del ciudadano, le importa que cumpla las normas. A la Administración no le importa que lleve velo esa chica, le importa que lleva cubierta la cabeza. Todos han de cumplir las normas. TODOS. Moros y cristianos. Absolutamente todos. No hay Estado, no hay democracia, no hay sociedad si no se cumplen las normas.

Si lo quieres entender, lo entenderás.

ojos tristes dijo...

La razón está muy bien, pero no es absoluta. Muchos razonamientos dispares pueden ser lógicos y contradictorios a la vez. Lo irracional es parte del ser humano casi más que lo que consideramos racional, y no podemos obviar algo que forma parte de nosotros.

Está muy bien que las instituciones no se relaciónen con ninguna creencia [irracional] pero no puedes obligar a todo el mundo a ser agnóstico, o escéptico o cientifista positivista, por mucho que a tí te parezca lo correcto. Lo siento, no puedes.

Erradicar del ser humano todo lo que no es "razón" es cargarte el 80% de las posibilidades del ser humano. ¿También legislarías sobre las relaciones entre los hombres?

¿Toda relación debe basarse en la razón? Mira a tu alrededor, estoy convencida de que ni tú mismo [o misma] tratas a todos los que te rodean de forma pulcramente lógica y racional. En cualquier caso, ese sí que es otro debate.

En cuanto a las normas y las leyes... estamos hablando de la norma de un instituto, no es una ley que deba aplicarse ni mucho menos en todo el país, ni la aplican ni el Estado ni la Administración. La aplican algunos institutos sí, y otros no. No hay LEY al respecto. Lo más parecido es la Constitución Española que defiende entre otros los derechos que he citado y recitado más arriba. A mí me parece que la Constitución, que sí son leyes, debe estar por encima de una norma de ciertos institutos. Luego si todos debemos cumplir la ley, entonces todos los institutos deben cumplir la ley, y deben derogarse las normas que sean anticonstitucionales.

Querido anónimo: creo que es obvio que no nos vamos a poner de acuerdo en esto. Cada uno tiene su opinión, y es lo suyo. Así que creo que sólo me queda darte las gracias por escribir y compartir lo que piensas e invitarte a que la próxima vez que estés en desacuerdo [o de acuerdo] con lo que aquí se dice, lo comentes también. Un saludo