jueves, 21 de mayo de 2009

El día fue raro. La noche calurosa.
Paseando, de vuelta a casa por un Madrid solitario a las 3 de la mañana de un miércoles cualquiera. Hacía calor, y todo estaba quieto. Lo único que se movía en la calle era yo.

Normalmente, suelo acompañar esos momentos con música, pero no me apetecía. Sabía que la música me llevaría de vuelta al estado del que quería salir.
Lo que sí me apetecía, en cambio, era hablar con alguien. Una conversación amiga, con una de esas personas que la vida te regala, escuchar una voz familiar al otro lado del teléfono; y no para hablar de mí, ni de mis problemas, ni tampoco de temas trascendentales. Hay gente [muy poca] que tiene ese poder de hacerte olvidar todo, aunque sea durante un rato, e incluso consiguen arracarte una sonrisa.
¿Pero, quién iba a estar despierto a esas horas, y más para hablar conmigo?

Mis manos supieron reaccionar, mis dedos acertaron la combinación de botones, y al tercer tono, ese que firma como "uno más", como "algo insignificante", descolgó.
La conversación, que ya desde su origen tenía poco fundamento, enseguida degeneró. Cuando estaba ya olvidando ese fantasma que planea por mi mente y que a veces parece ahogarme en silencio, el móvil se quedó sin batería.
Lo último que escuché fue: "¿Sabes? es muy bonito eso que has dicho".

El móvil se apagó, y yo encendí un cigarro.
Las calles de Madrid volvían a estar tan solitarias y silenciosas como antes.
Alargué un poco el paseo, no me apetecía entrar en casa tan pronto, aunque fueran más de las tres.
Seguía sin querer escuchar música, así que pude escuchar a unos chicos que se acercaban al doblar la esquina. Cuando me crucé con ellos, noté que me miraban, pero yo sólo mire a una chica que iba detrás, por que gesticulaba mucho. Unos pasos después, no pude evitar escuchar como ellos comentaban:

"Esa chica... tenía los ojos tristes"

2 comentarios:

Kiro dijo...

Genial, justo como ayer por la tarde.. :), para la chica de ojos tristes de su admiradora

Koko dijo...

Ummm.. a veces dar un paseo realza aquellos "fantasmas" pero en otras ocasiones ayuda a madurar algunas ideas o simplemente a ver las cosas con otros ojos y tal vez así, por un momento no sean ojos tristes sino ojos satisfechos de haber tenido un momento de calma y sosiego.

Quiero compartir un texto que leí en otro blog la semana pasada contigo. Igual te saca una sonrisa o igual te parece una poyada xD

LA MARIPOSA:


Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevo a casa para poder ver la mariposa cuando saliera del capullo.

Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sento a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo mas grande y poder salir.

El hombre vio que la mariposa forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llego el momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento.

Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera corto al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue donde por fin la mariposa pudo salir del capullo.
Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y una alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuo observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas.

Nunca pudo llegar a volar.
Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego, pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. al privar a la mariposa de la lucha , también le fue privada su salud.

Algunas veces las luchas son las que necesitamos en la vida.

Si la naturaleza nos permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertíria en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podráimos haberlo sido.

Cuanta verdad hay en esto! Cuantas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres.

Necesitamos recordar que nunca recibimos mas de lo que podemos soportar y que a través de nuestros esfuerzos y caídas, somos fortalecidos así como el oro es refinado con el fuego.

Nunca permitamos que las cosas que no podemos tener, o que no tenemos, o que debamos tener, interrumpan nuestro gozo de las cosas que tenemos y podemos tener.

Nunca pensemos ni nos enfoquemos en lo que no tenemos, disfrutemos cada instante de cada día por lo que tenemos y nos ha sido dado!!!