jueves, 19 de noviembre de 2009

Sobre la filosofía de la realidad

Quiero aprovechar ahora que La Máquina de Pensar tiene ya un añito [lo que quiero decir es que no encontraría mejor ocasión] para hablar de este tema que ya prologaba en la última entrada.

No encontraría mejor ocasión porque, después de todo lo que he escrito he descubierto ahora, hace cosa de un mes, que soy profundamente sofista.

Quizá es que los recuerdos que yo tenía de esta gente son fruto de lo poco y mal que me dieron en el colegio. Sólo recordaba [y debería avergonzarme reconocerlo] que eran unos de estos filósofos presocráticos, de poca importancia y contrarios a la filosofía de Sócrates y Platón [los temas fuertes de la filosofía griega en el cole].

En fin, que no sabía nada. No sabía lo que pensaba Gorgias o Protágoras cuando escribí "Sobre la Verdad", sino que más tarde, leí este fragmento de Gorgias en el que hablaba de las palabras de la misma forma en que yo estaba tratando el tema, y añadí la cita en la susodicha entrada.

Tampoco sabía nada antes, obviamente, cuando escribí "Luces y sombras de la realidad", en la que, sin saberlo, llegué a una conclusión completamente sofista sobre la filosofía del conocimiento.
Pero el movimiento se demuestra andando, así que como no me siento capaz de hacer toda una exposición sobre la filosofía sofista, trataré el tema siguiendo la línea de pensamiento que seguí cuando lo tratamos en clase.

Lo primero que me cautivó, aparte de que fueran filósofos relativistas, es que eran viajeros.

Y estas dos cosas [lo que quizá es obvio para tí que me estás leyendo] están profundamente relacionadas. Yo, afortunadamente he tenido la posibilidad de viajar bastante a lo largo de mi vida. Otros lugares, otros valores, otras formas de vida... tan válidas como las nuestras. Y yo, lo único que podría sacar en común de todos esos viajes tan diferentes entre sí es precisamente el relativismo.
Por poner un ejemplo [que, si no me equivoco, ya pusieron los sofistas]: cuando tú conoces el funcionamiento de la justicia en tu ciudad o país, y viajas a África y conoces la justicia allí en diferentes ciudades o países, y después viajas a Asia y conoces la justicia allí, y después viajas a América y haces lo mismo; al final, conoces muchos tipos de justicia pero eres incapaz de dar una definición concreta y concisa sobre la justicia. Es decir, cuando más sabes sobre un concepto, menos capaz eres de definirlo, de darle un único valor absoluto. Pero eso no significa que no sepas de justicia, sino todo lo contrario, porque cuanto más sabes, más te das cuenta de todo lo que no sabes, y eso es relativismo puro y duro.

Cada día sabemos más y entendemos menos [Einstein]


[...]


-¿Los sofistas? ¡Esos eran unos charlatanes que hablaban mucho y no decían nada, y encima cobraban! Eran la escoria de la sociedad...


Esa es la respuesta que me he encontrado con bastante asiduidad hablando del tema. Supongo que es la herencia de Platón, que les criticaba duramente. Lo de hablar mucho y no decir nada, suele referirse a la retórica. No sé porqué [de verdad, que no lo entiendo] la gente le tiene esa tirria a la retórica y lo asocian a los sofistas, cuando lo único que hicieron estos realmente es darle nombre y la importancia que tiene. La retórica es el conjunto de facultades del arte de la elocuencia, que es a su vez la capacidad para hablar con claridad, propiedad y con el fin de deleitar, conmover o persuadir.

Bien.

Entonces, dentro de este concepto están no sólo las artes escritas [incluyendo géneros literarios como los Diálogos, y por supuesto los ensayos], sino también la propia filosofía en su dimensión escrita o hablada. La filosofía sofista sí, pero también la de Platón y todos los posteriores. Con una diferencia, Platón heredó de Sócrates lo que él llamaba la Mayéutica. A grandes rasgos, esta técnica defendía que Sócrates, si hablara con todo el mundo, haciendo las preguntas oportunas [es decir, dirigiendo la conversación conscientemente] al final conseguiría que todo el mundo llegara a la misma conclusión, que sería la verdad absoluta. ¿Es que acaso eso no es lo que hoy llamaríamos manipulación descarada? Los sofistas defendían la retórica como la capacidad legítima de cualquiera de defender sus ideas, Sócrates inventó un método para que, según él, todos acabaran pensando lo mismo. [Lo mismo que él]

Protágoras a Sócrates, en un diálogo escrito por Platón [Teeteto]:
"...Y así hay unos que son más sabios que otros, pero nadie tendrá opiniones falsas, y también tú, quieras o no, has de aceptar que eres medida. Pues esta tesis te fuerza a ello. Y ahora puedes impugnarla desde el principio si es que de nuevo dispones de objeciones, y puedes hacerlo mediante un discurso, o si quieres mediante preguntas, con preguntas. Pues el hombre juicioso no debe rehuir esto, antes bien debe buscarlo por encima de todo. Hazlo, pues, así, pero no engañes con tus preguntas, pues es absurdo decir que te preocupas de la virtud, pero luego en el discurso acabas no con otra cosa que con mentiras."

[...]

"En nuestro ámbito engañar es que uno no separe totalmente las dos cosas, una cuando sólo pretende discutir e introduce así sus diálogos, y la otra cuando quiere de verdad investigar; en el primer caso sólo bromea y pone tantas trampas como puede, pero en una investigación auténtica, por el contrario, es serio y corrige al que investiga con él, y le muestra aquellos errores que le han desencaminado, por culpa de él mismo o de aquellos con los que anduvo antes. Si lo haces así, los que te frecuentan se echarán la culpa a ellos mismos de sus confusiones y dificultades, no te la echarán a tí. A tí te seguirán y te apreciarán, se odiarán a ellos mismos y se refugiarán en la filosofía para convertirse en otros y alejarse de lo que eran antes..."


Sinceramente, prefiero los "charlatanes" que, siendo realistas aceptan la diversidad de opiniones que los "grandes filósofos" que piensan realmente que todo el mundo piensa igual si se le manipula convenientemente.
[Perdón, dije que de eso hablaría otro día]

Sobre lo de cobrar, bueno, retrocedamos al s.V antes de Cristo, cuando esta figura social del filósofo que vive de sus enseñanzas todavía no existía. Creo que no es un argumento en contra de ellos, sino todo lo contrario, ya que al ser filósofos que se dedicaban a viajar y dar conferencias, obviamente tenían unas necesidades. Fueron los primeros que trataron el conocimiento no como un fin, sino como un medio de vida, y no creo que se refirieran sólo a lo económico. Ellos se adaptaron también a las condiciones que había entonces en Grecia: la educación pública no era suficiente ya para acceder a la política, ellos cubrieron aquella necesidad. Eso no quiere decir que no defendieran la educación pública. De hecho la constitución que redactó el mismo Protágoras para Turios es la primera constitución de la historia donde la educación es pública y obligatoria.

Aunque Platón y Sócrates temieran enfrentarse a ellos, la propia historia nos muestra que no tuvieron éxito, también es cierto y tengo que admitirlo. Como dice mi profesora, quizá el mundo no estaba preparado todavía.

Eso es justo lo que quiero reivindicar. Si les hubieran hecho caso a los sofistas en vez de a Platón, si se hubiera dado por hecho la diversidad de ideas válidas y no necesariamente concordantes, si se hubiera basado nuestro sistema tanto de conocimiento como político no en la búsqueda de una verdad única, eterna, inmutable y universal, sino [de forma realista] en la diversidad como forma de crecimiento intelectual, si la sociedad y los órdenes políticos se asentaran sobre estos principios que definitivamente son más realistas, el mundo hubiera sido diferente.

La Máquina de Pensar se proclama desde hoy de forma oficial sofista. Así que, naturalmente, esto no termina aquí, todavía hay mucho de decir...

"Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros" [Martin Luther King]

[Esto equivale a un cinematográfico CONTINUARÁ...]

viernes, 6 de noviembre de 2009

Prólogo a una idea

Antes de la revolución del individualismo que vivimos en nuestro tiempo.

Antes de la guerra de Vietnam, antes de que los ciudadanos occidentales repararan en la potencia y el potencial de otras culturas extramuros de este "1º mundo" a raíz de la segunda Guerra Mundial.

Antes del desarrollo de los medios de comunicación de masas [sobretodo en el s.XX con la radio, la televisión etc] y su impacto demoledor en la opinión pública.

Antes de la polarización de las ideas de la sociedad con la creación, en el s.XIX, de partidos políticos enfrentados que pretendían ser representativos.

Antes de las colonizaciones de los siglos XVIII y XIX. Antes de las ideas ilustradas que pretendían universalizar el conocimiento de forma absoluta y unilateral.

Antes del escepticismo de Descartes, y su "duda racional", que revolucionó, otra vez, la filosofía del conocimiento en el s.XVII.

Antes del humanismo del s.XVI, antes de la Utopía de Tomás Moro, antes del "descubrimiento" de América y con ella, de sociedades milenarias con gran desarrollo cultural.

Antes de la Reforma protestante, que buscaba entre otras cosas la libreinterpretación de las fuentes, en vez de una intepretación absoluta e impuesta.

Antes del Renacimiento del s.XV, de las reediciones de obras de los filósofos griegos, del "redescubrimiento" del conocimiento que había estado hasta entonces enterrado. Antes de la disyuntiva entre ciencia y religión, como formas incombatibles de entender el mundo.

Antes de las cruzadas, que supusieron presumiblemente la primera vez que el mundo cristiano europeo se alió contra un enemigo común, durante la baja Edad Media.

Antes de la manipulación sistemática de la Iglesia Católica a través de [entre otros] la educación, de la que tenían el monopolio, así como el control de todos los aspectos de la vida a través de sacramentos e impuestos, y de dogmas y la política del miedo. Antes de la Reconquista.

Antes de la creación de la Escuela de Traductores de Toledo, antes de la convivencia pacífica de diferentes culturas y religiones en un mismo territorio cuyo resultado fue un enriquecimiento cultural sin precedentes.

Antes de que los árabes hicieran su aparición en la península, trayendo no sólo nuevas técnicas y productos de la tierra, sino un gran conocimiento astronómico, así como filosófico, literario y matemático, además de traer productos exóticos procedentes de Asia y revolucionar hasta nuestro propio lenguaje.

Antes de los visigodos, antes de que los romanos llamaran "bárbaro" a todo aquel que perteneciera a una cultura diferente, a los "no romanizados".

Antes de que el mismo emperador romano que perseguía a los cristianos, Constantino el Grande, declarara al cristianismo religión oficial del imperio, sin siquiera ser él cristiano

Antes del Imperio Romano, antes de la decadencia de los griegos, antes incluso que Platón y Sócrates y su intento de crear valores universales.

Antes de todo esto, estaban los sofistas, cuyas ideas [de las que hablaré otro día] han sido siempre y son todavía hoy absolutamente aplicables al mundo en que vivimos, a diferencia de todas las teorías que han pretendido ser universales y que antes o después, han quedado obsoletas.
Pero nadie les hizo caso, Platón era más popular.
[También hablaré de eso otro día]