miércoles, 16 de noviembre de 2011

Y resultó que es el mundo el que está LOCO

Es asombroso el poder de asimilación que tenemos las masas. Nos sentamos todos los días frente al televisor para que las noticias vayan desfilando ante nuestros ojos, viendo cómo cada vez perdemos más poder en nuestro propio mundo, en nuestra propia sociedad, viendo cómo todos estos cambios nos afectan, a nosotros y a nuestras familias, no sólo ya en temas quizá un poco más elevados sino en lo que nos afecta tan directa y transversalmente como nuestros propios derechos como ciudadanos.

Como siempre digo en este blog, somos máquinas de pensar, aunque a veces nos atrofiemos, y eso es precisamente lo que debemos hacer, pensar, plantearnos las cosas y hablar con nuestro vecino, con nuestros amigos y compañeros, compartir nuestras inquietudes y aprender a darles la importancia que realmente tienen, en vez de callar y asentir. Digo esto con el pesimismo del que sabe que el domingo va a ganar el partido popular en las elecciones, sin haber dicho ni una palabra de lo que va a hacer, de lo que va a hacernos, y que no va a haber cambio alguno, sino que la tendencia a la asfixia de la población probablemente se agudice. Por que los políticos han dejado de escuchar a la gente. Han dejado de escuchar hasta a sus propios votantes, y no hablo sólo del PP, como todos imagináis, y no hablo sólo de nuestro país, como es evidente.

Hoy es un día en el que nos dicen que se propone en la comisión europea tener la competencia para intervenir en la política interior de los países miembros si se cree necesario, algo que ya se está haciendo ante la atónita mirada de unos y la complacencia de otros. Hoy es un día en el que se propone privar del voto a los países que no cumplan con las exigencias franco-alemanas.  Hoy es un día en que, una vez más, se consolida la mercado-cracia en contra de esa democracia de que tanto presumíamos y que pretendíamos exportar ejemplarmente al mundo.

Hoy, ayer, la semana pasada... ya no recuerdo cuándo se empezó a hablar de la prima de riesgo a diario, de los inversores, de las agencias de calificación y la tan ansiada confianza. Pero ¿quiénes son estos inversores? ¿porqué todo el mundo pone su empeño en que estén tranquilitos y confiados por encima de la tranquilidad y confianza de la población en sus representantes? ¿porqué preocupa más la estabilidad de esos pocos anónimos que se dedican a especular con las economías nacionales que la inestabilidad y las protestas de los ciudadanos en las calles? ¿porqué nadie hace caso de los griegos, de los italianos, de los españoles que exigimos ser escuchados por los que se hacen llamar representantes del pueblo? ¿Por qué no existe la prima de riesgo político? ¿porqué no existen agencias de calificación democrática? ¿Cuándo perdimos el control?

Basta de intentar salvar un sistema financiero obsoleto y especulativo a base de exprimir a la población. Basta de parches. Basta de una política subordinada a eso que llaman 'los mercados' . Basta de infravalorar, denostar e ignorar el poder de la gente. DEMOCRACIA REAL, YA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increíble el penúltimo párrafo. Debo leerte más a menudo, y tú debes escribir más a menudo.
Brugal.