"ESTO NO ES UNA PINTADA EN UNA PUERTA".
Inmediatamente, cómo no, me vino a la mente Magritte y su "Esto no es una pipa".
Magritte pintaba la pipa con su estilo más veraz y llamaba la atención del espectador sobre lo que está viendo, sobre lo que ES [un dibujo, un icono de la idea "pipa"; una representación], y sobre lo que NO ES [es decir, el objeto real, material] Era una forma sutil de recordar que las representaciones en general y el arte en particular no pertenecen a la esfera de la realidad más tangible, sino que son sólo eso, imágenes.
Sin embargo, en el baño, estaba escrito directamente sobre la puerta, con lo que en realidad sí es una pintada en una puerta. Tenemos el objeto real e interactuamos directamente con él. Alguien dijo que la diferencia entre la "modernidad" y la "posmodernidad" es que en la modernidad [entiéndase contemporaneidad], es decir, aproximadamente hasta los años 60-70, lo que se cuestiona, especialmente en el arte, son las representaciones de la realidad. Ahí están las vanguardias para probarlo. Sin embargo en la posmodernidad lo que se cuestiona es la propia realidad, y los significados tanto del objeto real como de su representación. Es decir, se traslada el debate de las representaciones a la propia realidad. Ahí esta la vorágine de las performance y los happenings; cosas, objetos, actos que suceden en la realidad, en cualquier parte y no sólo en los museos, situaciones que no son planificadas por el espectador y que no tienen porqué ser en el reducido espacio reservado para el arte y a los que vamos predispuestos a ello. Situaciones que además no pueden reproducirse, o por lo menos, nunca de la misma manera.
Ahí vino mi problema. Quise, para hablar de esto, hacer una foto a la pintada y subirla; pero en seguida me di cuenta de que no podía hacerlo, porque supondría pervertir totalmente el significado, y entonces, realmente, ya no sería una pintada en una puerta.
Habría dejado de serlo para ser una foto subida en un blog. Por lo que esa pintada, como otras muchas obras de arte posmoderno, necesita del contacto directo del espectador con la obra, o la puerta en este caso. Entonces, y sólo entonces tiene sentido. O deja de tenerlo, para volver a ser una broma.
Como digo no sé si quien lo pintó tenía conciencia de todo esto, pero teniéndola o no, lo cierto es que ha cogido una obra paradigmática del surrealismo y ha sido capaz de trasladarla a la más cruda realidad, redimensionándola. Todo esto en ocho palabras pintadas en la puerta de un baño. La posmodernidad, amigos.
1 comentario:
Desde luego que tiene sentido. Es como cuando (perdoname la comparación) ves algo a solas y te hace mucha gracia, te ries a muerte, pero cuando se la enseñas o cuentas a alguien y te da la sensacion que la primera vez que lo viste era mejor.
Eso entiendo que es porque la primera vez que lo viste te encontrabas bajo unos estimulos determinados. Estado emocional, si tenias sueño o no, si habias tenido un buen dia. Lo que sea.
El caso es que la sensación que te transmite algo siempre tiene sentido por estar dentro de un contexto. Pero si le quitas parte de su "ser" ya no será igual jamás.
Vaya tocho he puesto mother of grijander
Un abrazo :)
MosweN
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